lunes, 1 de junio de 2009

Placer e intelecto.


“Pues bien, Filebo afirma que es bueno para todos los seres vivos el disfrutar, y también el placer y el gozo y todo lo que es conforme con ese género. La refutación por parte nuestra es que no son esas cosas, sino que la prudencia, el intelecto y el recuerdo y las cosas emparentadas con ellas […] resultan mejores y más eficaces que el pacer”[1]. Estas palabras las coloca Platón en labios de Sócrates en uno de los diálogos que mejor tratan el tema del placer: el Filebo.
Colocar al intelecto por encima de la kalá (Expresión utilizada en el Hipias Mayor para referirse a lo bello a lo sentidos) es una constante en Platón, pues recomienda el desprecio del cuerpo con el fin de acceder a las Ideas. Hasta en la relación sentimental con otros hombres se debe buscar al que es inteligente y no dejarse ir, como los vulgares, por el placer
[2].
Hasta aquí Parece que Platón se decide totalmente por el intelecto, pero si lo que él ha buscado siempre es el Bien, no puede entonces ser parcial porque el intelecto no es capaz de excluir al placer, se necesitan. Si una de las características del intelecto es el recuerdo y cuando el hombre recuerda algo bello experimenta placer se deduce que están unidos, de la misma manera se observa que mediante la razón se eligen los placeres de la vida.
[3] Placer e intelecto están unidos.
[1] Platón, Filebo. 11 b.
[2] Ver. Banquete 181 a-c
[3] Filebo 21b – 22b

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