viernes, 3 de abril de 2009

¿QUÉ ES LA REALIDAD?


La pregunta por la realidad, y lo qué es ésta, así como a lo que nos conduce, podríamos decir que es tan antigua como la pregunta por el ser, el conocimiento, la verdad y demás problemas filosóficos fundamentales, por tanto, querer responder de una forma definitiva a esta pregunta es por de más pretencioso, no obstante, es preciso acercarnos a esta noción, ya que como filósofos no podemos renunciar a abordar un tema tan importante, no sólo para la filosofía, sino también importante para justificar nuestra propia existencia y nuestra relación con las cosas, con los demás, con el mundo y en última instancia con Dios.
Entremos, pues, en materia, en primera instancia podemos decir que la realidad es un dato, es algo que nos sale al encuentro y de lo cual no nos podemos eludir, ni emancipar. Acerquémonos un poco más al concepto y tomemos en cuenta la aportación que Luigi Giussiani nos ofrece “La realidad es algo con lo que nos topamos, es un dato, y la razón es el nivel de la creación en el cual ésta se vuelve consciente de sí” , esta afirmación conlleva algunas problemáticas que abordaré a continuación, en primer lugar hemos de admitir que la realidad es algo objetivo y que en cierto modo está “fuera” de nosotros, por otro lado, la razón es el lugar en el cual hacemos “consciente” esa realidad, por tanto la realidad sólo cobra sentido en la medida en que ésta se hace presente a la conciencia, al menos es lo que en primer lugar podemos interpretar de lo que arriba está citado, sin embargo, creo que es conveniente puntualizar algo más, porque si no caeríamos en un subjetivismo en el que la realidad sólo es tal en mi conciencia, lo cual está muy de acuerdo con la idea moderna de realidad, pero no creo que ésta sea la postura de Giussiani, y para justificar esto traigo a cuento la noción de experiencia que el mismo autor nos brinda: “La experiencia es la relación que se produce entre la libertad del hombre y la realidad en la que se haya inmerso” , aquí podemos complementar lo dicho anteriormente acerca de la realidad, es decir, por un lado la realidad sí está fuera de nosotros, pero a la vez estamos inmersos en ella, y sólo la captamos en la medida en la que la experimentamos, y en un segundo momento la razón nos ayuda a darle su justo lugar a la experiencia.
Con lo anterior, puedo decir, que esto es lo que salva la noción de realidad del subjetivismo, pero demos un paso más. Es aquí donde inevitablemente cito a Zubiri, quien también aborda el tema de la realidad, en su sentido más radical, en el que ya no es la razón, la que nos significa y nos hace consciente la realidad, sino más bien es la inteligencia, y una inteligencia que es sentiente en la que lo sensible y lo inteligible se presentan en un doble movimiento, y en el cual la realidad aparece en su forma más pura. En Zubiri el sentir y el inteligir son los dos actos de una sola facultad: la inteligencia sentiente, en la cual se actualiza la realidad. Digámoslo con todas sus letras: “Aprehendemos en impresión, no sólo que la cosa es real, y no sólo lo que esta cosa real es en realidad, sino que aprehendemos también que esta cosa es pura y simplemente real en la realidad” . Con esto lo que Zubiri quiere decir es que ya estamos en la realidad, vivimos y nos desenvolvemos en ella, y la aprehendemos en su totalidad gracias a nuestra inteligencia que es sentiente, cuyo acto radical es aprehender la realidad.
Así pues la realidad, es algo más complicado que un mero dato objetivo, la realidad es algo, que considero, ésta más allá de lo objetivo y de lo subjetivo, la realidad, más que ser, está, es un estar, en el que, como ya dije, aún nosotros estamos instalados, por tanto, nosotros estamos siendo en la realidad, y nos enfrentamos a ella con nuestra inteligencia sentiente.

Bibliografía:
GIUSSIANI, Luigi, El hombre y su destino, versión digital.
ZUBIRI, Xavier, Inteligencia y razón, Madrid, Alianza, 1983, 354 págs.

jueves, 2 de abril de 2009

La amplitud de la razón


"No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios". Ésta es una de las afirmaciones más fuertes que hace Benedicto XVI en su discurso en la universidad de Ratisbona, afirmación con la que justifica la irracionalidad de la violencia en cuestiones de fe, es decir, la religión, la fe y cualquier manifestación religiosa, no puede ser incitada por la violencia, sino por la razón, la razón es el vínculo que une a los hombres y que nos conduce al develamiento de las verdades últimas de la existencia.
Dentro de las diversas ideas que Benedicto XVI expone en su discurso, me ha llamado la atención la forma en la que aborda el tema de la razón, sobretodo en Occidente, que es donde la razón ha sufrido los mayores ataques, los cuales nos han dejado con una idea de razón sintetizada por el racionalismo y el empirismo, cuya máxima expresión es el desarrollo de la ciencia y de la técnica, pero de un ciencia que se circunscribe en el ámbito positivista, que ve en la materia, la única forma de acceder a la verdad y al conocimiento verdadero, y esta es pues, la idea moderna de razón.
Esta idea moderna de la razón, en vez de abrirnos a la riqueza de la misma, nos limita, ya que el plano de la ética y de la religión, queda relegada solamente al ámbito de la conciencia personal, por otro lado, bajo esta idea de Razón, el conocimiento de Dios es inaccesible, ¿esto no es pues, limitar al hombre en su reflexión, cuando justamente éste se pregunta por su origen y su finalidad?, esta es la crítica que subyace en el discurso de Benedicto XVI, por tanto la propuesta que él hace a los miembros de la universidad de Ratisbona, es pues, abrirse con valentía a la amplitud misma de la razón, en vez de negar su grandeza.
Por último, creo que no se pudo haber elegido un mejor texto para el inicio de este seminario, texto en el cual, se nos pone de manifiesto el desafío de la razón, el cual puedo definir como la integración de lo material y lo espiritual, lo ético y lo pragmático, lo empírico y lo metafísico, en el cual converge el hombre, su historia, sus creencias, su cultura, y en última instancia, su forma de concebir a Dios y de relacionarse con él.

miércoles, 1 de abril de 2009

El recto uso de la razòn para descubrir a Dios

Para San Juan el logos significa tanto razón como palabra, una razón que es creadora y capas de comunicarse. por medio de su Hijo que es palabra encarnada Dios quiere acercarse a los hombres, quiere darce a conocer al ser humano.
Dios se da a conocer a los hombres porque es la única criatura que puede reconoser y descubrir la presencia de Dios en su vida. y para ello es necesaria la fe, por que sin la cual no podemos descubrir esa presencia y también es necesaria la razón porque gracias a ella podemos comprender el mensaje que Dios quiere dar a los hombres. Por lo tanto podemos decir que razón y fe no están peleadas, ambas son necesarias, indispensables para reconocer al Ser Divino.

martes, 31 de marzo de 2009

Modernidad y racionalidad

Uno de los puntos centrales de la lección de Ratzinger tiene que ver con el concepto de logos, la idea de la universidad se conecta directamente con él, la diversidad de disciplinas no representa la incomunicabilidad de diferentes logos, el cristianismo en cuanto se ha conformado con las aportaciones del pensamiento griego, no puede prescindir de este elemento sin dejar lo que llegado a ser, en el cristianismo la razón y la fe se vinculan estrechamente, y es parte complementaria importante de la misma razón, sólo en la medida en que el concepto de razón se entienda más allá de los límites estrechos que los filósofos modernos le han impuesto, sólo en la medida en que se vaya más allá de estos límites las condiciones para un verdadero diálogo estarán dispuestas.
En las críticas de Ratzinger al concepto de razón adoptado por la modernidad, se puede hallar algunos peligros, ya que los anhelos que dieron paso a la modernidad, como aquellos propuestos durante la Revolución Francesa, por la ceguera de algunos hombres ha provocado que dicho afán de libertad tenga efectos negativos sobre su experiencia misma, al negar la importancia del conocimiento de la divinidad en el conjunto de la racionalidad.
LA RAZÓN Y NO LA VIOLENCIA EN LA TRASMISIÓN DE LA FE EN DIOS.
Ensayo sobre el discurso del Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona.
El discurso que hace el Papa Benedicto XVI ante un grupo de científicos y académicos en la Universidad de Ratisbona, hace referencia al hombre y su relación con Dios en la que deja de manifiesto que esta no se da por medio de la razón ni por medio de la violencia, esto anterior en absoluto constituiría cierta idolatría y no un verdadero y autentico culto a Dios. Más, no se puede dejar excluida a la razón, esta tiene que ir acompañada de la fe.
Con respecto a la razón, los actos violentos y de terrorismo, los cuales atentan directamente contra la vida van en contra de ella misma –de la razón- pues no forma parte de la racionalidad que el hombre posee. Su pretensión de Benedicto es contribuir a que la razón sea bien entendida y se tenga un recto y responsable uso de ella, en donde el hombre viva de acuerdo a esta racionalidad en vínculo con la fe.
Enfatiza en gran medida que la violencia es irracional aún cuando sirva para la difusión de la fe, ello va en contra de lo que se denomina Guerra santa, pues para algunas culturas y religiones es un medio eficaz y válido por el cual se rinde culto a Dios, más, el Papa condena este acto afirmando que “la violencia está en contra de la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. Dios no se complace con la sangre dice; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”[1], esto anterior es una fuerte crítica a la cultura de aquellos países que en nombre de Dios hacen la guerra y le denominan santa, es fuerte porque con esto afirma que su cultura misma, en tanto realizan estos actos, van contra Dios y atentan contra su propia naturaleza, tanto de Dios como del hombre que fue creado a imagen y semejanza del Ser.
Por otra parte, da una alternativa de solución, proponiendo que la fe se manifieste en algo diferente a la guerra diciendo que “la fe es el fruto del alma, no del cuerpo. Por tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas”[2], esto es el diálogo y el razonamiento como medio eficaz para la difusión de una creencia, y es cierto, pero desde nuestro pensamiento y nuestra cultura, creo que, la guerra tal como nosotros la concebimos puede ser sometida a un juicio de valor que nosotros calificaríamos como inadecuada, pero ellos desde su cosmovisión verán lo contrario, es decir, justificarán la guerra como un medio para difundir y arraigar la fe en Dios.
En el discurso, Benedicto XVI, vuelve a presentar a Dios como el Ser actuante con el logos[3], y entiende por logos “tanto razón como palabra, una razón que es creadora y capaz de comunicarse, pero precisamente como razón”[4], con esto, afianza la necesidad de la elocuencia como medio por el cual se transmite y comunica la fe, por la palabra, y que va de acuerdo a la naturaleza de Dios y del hombre, sin violentar ni transgredir ninguna de las partes. Considero que una de sus pretensiones puede ser afirmar que la fe en Dios se comunica y no se impone, se convence y no se obliga.
[1] Discurso de Benedicto XVI en la Uiversidad de Ratisbona. En http://www.zenit.org/article-20352?1spanish
[2] Idem
[3] Cfr. Idem
[4] Cfr. idem



por Zergio A. Soriano

¿quien tiene la razón?

Sobre la posibilidad de abordar a Dios por medio de la razón, parece ser que Kant entrampo todo el proceso pues por medio de su análisis de la imposibilidad de versar sobre juicios de tipo análiticos que carecen de predicado, y sobre los cuales no hay una experiencia empírica, nos encontramos con ésta postura del Papa, que, en efecto, afirma que Dios o creer en él no puede tener una postura de tipo irracional, puesto que iría contra la esencia misma de éste, son dos posturas que me dejan perplejo, parecen irreconciliables, ¿quién tiene la "razón"?. Bueno, tenemos un camino, el diálogo, y este espacio para expresar nuestras ideas.
RICARDO ACEVEDO