lunes, 20 de abril de 2009

RACIONALIDADES ESPECIFICAS

Nos dice Michel Foucault, en su manuscrito titulado El sujeto y el poder, que uno de sus principales objetivos al elaborar su pensamiento ha sido, el elaborar una historia de los diferentes modos por los cuales los seres humanos son constituidos en sujetos, es decir, en como se constituye la subjetividad; su teoría resalta tres formas de objetivaciones que producen al sujeto: la vida, el trabajo y el lenguaje; otro modo de objetivación es lo que el llama “prácticas divisorias” y que lo explica, concibiendo al sujeto dividido tanto en su interior como dividido de los otros, como ejemplo tenemos: el loco y el cuerdo; el enfermo y el sano, los criminales y los buenos chicos. Y un tercer modo lo desarrolla, en la transformación que hacen de sí mismos los sujetos, tomando como referencia a la sexualidad, en el sentido de como los hombres han aprendido a reconocerse a sí mismos como sujetos de la "sexualidad".

Foucault hace referencia a lo que llama, las "necesidades conceptuales", especificando que la conceptualización no debería estar fundada en una teoría del objeto, ya que el objeto conceptualizado no es el único criterio para una buena conceptualización, por lo que invita a tomar en cuenta las condiciones históricas que motivan nuestra conceptualización. “Es necesaria una conciencia histórica de nuestras circunstancias actuales”. La segunda cuestión a revisar es el tipo de realidad con la que tratamos. Es decir, que más allá de estudiar a un objeto como fenómeno, debemos tomar en cuenta, como se ha dicho los aspectos históricos que acontecen, así como la realidad en que se desarrolla, lo cual sólo es concebido por un sujeto que es influenciado por procesos históricos y la realidad que lo circunda.
Los orígenes en dicho modo de pensar, se remontan a Kant, quién va a establecer que el rol de la filosofía es “prevenir a la Razón de ir más allá de los límites de lo que es dado en la experiencia, pero desde esta época, -es decir con el desarrollo de los estados modernos y la organización política de la sociedad-” el rol de la filosofía también ha debido mantenerse atenta a los abusos del poder de la racionalidad política. “Todo el mundo es consciente de hechos tan banales, pero el hecho de que sean banales no significa que no existan. Lo que debemos hacer con los hechos banales es descubrir qué problemas específicos y quizás originales están conectados con ellos.”
Para Foucault, se vuelve conveniente “no tomar como un todo la racionalización de la sociedad o de la cultura, sino analizar tales procesos en diversos campos, cada uno en referencia a una experiencia fundamental: locura, enfermedad, muerte, crimen, sexualidad y así sucesivamente.” Considera que la palabra racionalización es peligrosa; por lo que propone analizar racionalidades específicas, más que invocar constantemente al Progreso y a la racionalización en general.
Foucault encuentra en el texto publicado por Kant titulado ¿Que es la Ilustración?, la tarea de un filósofo, por investigar no sólo el sistema metafísíco o los pilares del conocimiento metafísico, sino un evento histórico, un evento contemporáneo. Se trata de responder a la preguntas: ¿Qué está ocurriendo en este preciso momento?, ¿Qué nos está sucediendo?, ¿Cuál es el mundo, el período, este preciso momento en el que estamos viviendo?, que en otras palabras se trata de responder a la pregunta ¿Qué somos?, y que Foucault compara con la pregunta cartesiana, “¿Quién soy?. ¿Yo, como único pero universal y ahistórico sujeto?, Yo, para Descartes ¿es cada uno de nosotros, en cualquier sitio y en cualquier momento?”. Kant va más allá al preguntarse ¿Que somos nosotros?, en un momento determinado de la historia; aparece como un análisis en dos sentidos, del nosotros y de nuestro presente, aspecto que va a ir tomando mayor importancia con Hegel, Nietzche, y que como lo postula Foucault, la probabilidad de ser el problema filósofico más certero el del problema del presente y de lo que somos, en este preciso momento. Y que no sea un objetivo en sí, saber que somos, sino rechazarlo, “imaginarnos y construir lo que podríamos ser”, liberándonos, de “la simultánea individualización y totalización de las modernas estructuras de poder”.
En este sentido, parece ser muy clara la postura de Foucault, respecto de la razón, la cual asegura no debe ser exaltada, pero si tomada en cuenta en su racionalidades especifícas. El filósofo ésta proponiendo inclusive, que es por medio del conocimiento de las condiciones históricas y de una conciencia histórica en como podremos por medio de la razón develar la realidad.

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